alejandra quintáns casais
Tuve la suerte de crecer en Nueva York, ciudad multicultural, llena de contrastes y cambios. Con el paso del tiempo he aprendido a valorar, apreciar y aprender de esa diversidad, que sin lugar a duda me han marcado como persona y como arquitecto.
Todo diseño expresa contradicciones y dualidades. Un reflejo de nuestro mundo es a la vez simple y complejo, donde convive la tradición con la innovación, lo abstracto con lo funcional.
Me enfrento a cada proyecto con una mente abierta y es aquí, donde la colaboración y el intercambio interdisciplinario son fundamentales para elaborar buenas soluciones de diseño.
Todo proyecto requiere una colaboración profunda y directa con el cliente. Es imprescindible trabajar como un equipo y tener siempre en mente sus necesidades y expectativas, para que el diseño final sea una solución “hecha a medida”.
Cada proyecto es único, afronto el proceso de diseño con una mezcla de curiosidad, dinamismo e innovación e intento crear piezas arquitectónicas atemporales que creen una experiencia positiva para la gente que trabaje, viva o simplemente este de paso. La mayor satisfacción viene de los proyectos memorables y sumamente efectivos sobrepasados las expectativas iniciales del cliente y los usuarios.